La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) anunció este miércoles que se creará una comisión nacional de investigación de los abusos cometidos por algunos sacerdotes en este país.
La CEB, mediante un comunicado, reconoció que, si bien hubo avances en la creación de protocolos y códigos de conducta, las medidas asumidas fueron insuficientes y que no logró dar “la respuesta que debía” a sus fieles y la sociedad en general.
“Por eso, hemos decidido crear una comisión nacional de escucha y una comisión nacional de investigación que determinen responsabilidades y visibilicen lo que ha sucedido. Simultáneamente trabajaremos para prevenir y así brindar a las familias la certeza de que los niños y jóvenes estarán seguros en ambientes de la Iglesia”, señala el comunicado.
Este anuncio surge después de que arribara a Bolivia el monseñor Jordi Bertomeu, oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
El agente del Vaticano, en una escueta respuesta enviada a El Deber, dijo que no podrá “conceder por el momento ninguna entrevista para poder realizar mejor la misión encomendada”.
Entretanto, acerca de esta llegada y sin entrar en muchos detalles, la CEB sólo confirmó que, como ya es de conocimiento público, se ha recibido la visita del monseñor Bertomeu “especialista en acompañar temas de abuso sexual” y que “fruto de la cual” se emitió el mencionado comunicado.
Además, en su documento, los obispos de Bolivia admitieron de manera expresa que las víctimas “se encontraron con una Iglesia sorda a sus sufrimientos” en lugar de recibir protección y el cuidado que merecían.
La Iglesia Católica en Bolivia se encuentra en el ojo de la tormenta en medio de una serie de denuncias por abusos sexuales que surgieron, al menos de manera pública, después de que fuera revelado el diario del cura pederasta Alfonso ‘Pica’ Pedrajas con el reconocimiento de sus múltiples delitos e incluso con relatos de encubrimiento de sus actos.
El Deber
