A tres años de la próxima elección presidencial, analistas y la oposición ven que el expresidente y jefe nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP) “ataca” al gobierno y su gabinete con duras críticas, apoyado por algunos dirigentes, con el fin de consolidar su candidatura y lograr la impunidad por casos en su contra.

En septiembre, Morales denunció que existe un presunto “plan negro” gestado desde el interior del Gobierno en su contra que busca desprestigiarlo. El vicepresidente del MAS, Gerardo García, acusó entonces -citado por La Razón- a los ministros de Gobierno y de Justicia, de llevar adelante el plan para evitar su candidatura en las elecciones generales de 2025.
Un mes antes, el exembajador en Paraguay Mario Cronenbold y dirigentes del MAS en Santa Cruz y un grupo de jóvenes en El Alto propusieron a Evo Morales como candidato a presidente por este partido para las próximas elecciones.
“Agradezco a jóvenes y otros sectores que piensan en mí como un candidato del Bicentenario, pero no es tiempo de pensar en elecciones sino de unirnos para defender nuestra Revolución Democrática Cultural y gobierno de Lucho y David ante agresiones de la derecha interna y externa”, tuiteó al respecto el exmandatario. Sin embargo, en las últimas semanas, sus observaciones al trabajo de ministros y la administración gubernamental subieron de tono.
“En el fondo, las ‘duras críticas’ son a Luis Arce. El presidente es responsable de sus ministros. Ahora, a Evo Morales, no le agrada el ‘crecimiento de Lucho’, su más duro competidor, en la interna del MAS para el 2025. Esa pulseta está ahí. Sus críticas lo han posesionado hoy, como la principal oposición. Evo, no soporta estar lejos del poder”, observó el analista y especialista en Ciencias Políticas, Rolando Tellería.
Por lo que – dijo- Evo pretende “asegurarse, cuanto antes”, ser el candidato indiscutible del MAS en esta “carrera prematura”. “Algo bastante complejo ahora, pues no cuenta con los ‘recursos de poder’ que tiene, en el manejo del gobierno, Luis Arce. Y, si no logra aquello, seguramente, por su desmedida ambición, buscará un revocatorio”, sostuvo.
Por su parte, el abogado constitucionalista, Carlos Alberto Goitia, remarcó que “cuando (Evo) señala que existen planes que buscan perjudicarlo, lo que está pretendiendo es nuevamente generar violencia, victimizarse y protegerse de lo que viene con la justicia”. Esto, además, apuntando a “debilitar” la gestión de Arce.
El diputado de Comunidad Ciudadana, Gonzalo Rodríguez, coincide al señalar que las confrontaciones internas en el MAS tienen una principal causa de fondo: la impunidad. “Parece que él está convencido que únicamente volviendo a ser presidente podría tener garantía de protección, una impunidad absolutamente inadmisible y en consecuencia presiona al actual presidente para hacer cambios en el gabinete”, dijo.
Esto, tras conocerse las recomendaciones que hizo la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre las ejecuciones y torturas en el hotel Las Américas, el 16 de abril de 2009. Una es procesar a los responsables, entre ellos a Evo Morales.
Sobre la filtración de este informe, el expresidente culpó al ministro de Justicia, Iván Lima y sostuvo: “no me arrepiento, lo volvería a hacer”. Pero, hace dos semanas, la Fiscalía General del Estado informó que Morales no será investigado argumentando que debe haber una denuncia formal para iniciar una investigación.
Gobierno de Arce
Tellería destacó que el gobierno de Luis Arce “ha demostrado fortaleza y se ha afianzado en el poder”, en la medida en que ningún pedido de destitución de algunos ministros fue atendido a la fecha.
“Los movimientos sociales, en su mayoría, ya no le guardan lealtad a Evo. Como la lealtad, al interior del partido es más de intereses que ideológica, estos le guardan más lealtad a Luis Arce. En ese sentido, Evo, ha perdido mucha capacidad de convocatoria. Puede quedar, incluso, aislado, solo con las seis federaciones del trópico”, añadió.
Sin embargo, Goitia sostuvo que el gobierno de Arce aún se muestra “sumiso y temeroso a las órdenes de Evo Morales sin darse cuenta que, aparentemente, está a un paso fuera” con un presunto golpe que gesta el expresidente.
En el marco de la actual coyuntura, “Bolivia está sin rumbo y se avizora un escenario de crisis económica y de creciente violencia, pero Arce tiene hoy una gran posibilidad de reencauzar su gestión”, subrayó Goitia.
Los Tiempos
