Ante la crisis climática provocada por el sistema capitalista, el vicepresidente David Choquehuanca instó este lunes a escuchar las voces de las sociedades ancestral y herederas del planeta para encontrar una solución.
“Hoy urge la necesidad de escuchar las voces de las sociedades ancestrales y milenarias, y a sus herederos los pueblos indígenas, para trabajar el Vivir Bien en armonía con la Madre Tierra como la única salida estructural a la crisis climática”, indicó Choquehuanca en la apertura de los Diálogos de los Pueblos por la Defensa de Nuestra Madre Tierra, rumbo a la COP27, Miradas desde el Escenario Internacional.
En el evento organizado de manera virtual por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Choquehuanca alertó que el plantea se encuentra “en un punto peligroso de destrucción” porque, entre otras razones, los países desarrollados no “asumen su real responsabilidad” de la crisis que provocaron.
Señaló que las economías capitalistas “siguen funcionando como si el crecimiento no tuviera límites” y están “ingresando a un egoísmo preocupándose de ellos mismos y dejando solo al resto”.
Y para encarar esta crisis estructural, el vicepresidente detalló un plan de acción que diseñó Bolivia y que se perfila como una solución a esta situación.
Una de las primeras acciones apunta a “despertar la conciencia de los países desarrollados para que tomen las iniciativas en la lucha de la crisis climática”, porque fueron éstas las que se aprovecharon de la era industrial y, por tanto, tienen una mayor responsabilidad histórica.
En consecuencia, esas potencias deben proveer de recursos financieros y realizar transferencias tecnológicas a los países en desarrollo, pero además asumir “mayores sacrificios, cambiar el modelo o detener su crecimiento”, señaló Choquehuanca.
La segunda propuesta boliviana plantea reconocer a “nivel universal los derechos de la Madre Tierra” para ubicarla en el centro de las decisiones políticas y cambiar el comportamiento de los seres humanos que dañan el planeta.
“Hay que erradicar el capitalismo salvaje, el mercantilismo, consumismo, la codicia, el individualismo y el etnocentrismo”, enfatizó el vicepresidente.
Al referirse a la tercera propuesta, Choquehuanca señaló que se debe “trabajar en la necesidad de plantear caminos alternativos al capitalismo y a los mercados que miran a la Madre Tierras como un objeto o como una mercancía.
A estas propuestas, se suma la iniciativa de “enseñar a nivel global el vivir bien en armonía con la Madre Tierra como solución a la crisis climática”.
Las jornadas de los Diálogos de los Pueblos por la Defensa de Nuestra Madre Tierra, rumbo a la COP27, buscan recolectar propuestas de la sociedad civil para mitigar los efectos de la crisis climática.
La 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) se realizará del 6 al 18 de noviembre en la ciudad costera egipcia de Sharm el-Sheikh.
La cita se basará en los resultados de la COP26 para adoptar medidas en ciertas cuestiones esenciales para hacer frente a la emergencia climática, que incluyen desde la reducción urgente de las emisiones de gases de efecto invernadero, el fortalecimiento de la resiliencia y la adaptación a las consecuencias inevitables del cambio climático, hasta el cumplimiento de los compromisos de financiación de la acción climática en los países en vías de desarrollo.
ABI
