En Polonia, una menor de 14 años fue víctima de violación y torturas por negarse a reparar el cigarrillo electrónico de otra adolescente, que costaba cuatro euros.
El maquiavélico plan fue ideado por la madre de la dueña del aparato electrónico quien, junto a cuatro adolescentes, secuestró a la víctima a plena luz del día y se la llevaron a un lugar apartado para proceder con el castigo.
Los acusados le raparon parte de la cabeza y le rasuraron las cejas; además la quemaron con cigarrillos. Allí también, un joven de 17 años la violó mientras que la única adulta que participó del hecho grababa con su móvil.
La rápida actuación de la Policía puso fin a la hora y media de infierno que sufrió la víctima. Los otros participantes son tres adolescentes de 13 y 14 años.
Según el portavoz de la fiscalía de Poznan, «el motivo original de la agresión era una supuesta deuda por dañar una pieza de un cigarrillo electrónico, la víctima debía supuestamente 20 zlotis (4 euros al cambio) a la hija de la sospechosa».
El presunto violador, declaró que se arrepiente de lo sucedido y ha manifestado su intención de pedir perdón a la víctima. Mientras que la madre de una de las adolescente acusadas minimizó su papel en todos los hechos.
