Visten busto de Evo como reo; en 2020 tumbaron otro ‘a combazos’

Con uniforme, a las claras, característico de un preso, el número 9999 en el pecho y con la advertencia de que “será uno de los reos más peligrosos” del país. Así presentó ayer el diputado Alberto Astorga, de Comunidad Ciudadana (CC), al busto de Evo Morales que se encuentra en las antiguas edificaciones de la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), en alusión al hipotético futuro que, según él, le esperaría al expresidente.

Astorga no ahorró calificativos a la hora de expresarse peyorativamente de Morales. “Que se retire este busto, que lo vayan a dejar a Chonchocoro para que esté al lado de Evo Morales y para que esté en la misma celda de Morales. Este busto, prácticamente, es una mala imagen para los bolivianos”, exclamó el legislador. 

“Este es el uniforme que va a poder utilizar el resto de su vida porque Evo Morales se tiene que pudrir en la cárcel por todos los delitos que cometió”, agregó Astorga, conocido por ser radical en sus declaraciones contra el masismo y políticos de izquierda. 

Lo sucedido refresca el recuerdo de lo sucedido en enero de 2020, cuando el entonces ministro de Deportes del gobierno transitorio, Milton Navarro, derribó, a combazos, un busto de Evo que se encontraba en el Polideportivo Olímpico de Quillacollo, en Cochabamba.

Aquel fue un acto que simbolizó el comienzo de un plan gubernamental, liderado por Jeanine Áñez, para acabar con los monumentos en honor a Morales.

En dicho encuentro también estuvo presente la Resistencia Juvenil Cochala (RJC).

Opinión