La escasez de combustibles es real y fue reconocida por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), que admitió que, al menos en estos momentos, es incapaz de abastecer de diésel y gasolina al sector productor.

“No vamos a poder cumplir en este tiempo, estamos despachando solo al 40%, 50%, no vamos a poder cumplir al 100% al sector productivo”, admitió Armin Dorgathen, presidente de YPFB, en conferencia de prensa.
Combustibles
Sin embargo, a raíz de ello, el Gobierno habilitó una “solución temporal” para que los sectores privados puedan importar carburantes al precio del mercado internacional, con el objetivo de no perjudicar las actividades económicas, principalmente al sector agropecuario, el cual urge diésel para iniciar la cosecha de varios granos.
Dorgathen y el ministro de Hidrocarburos, Alejandro Gallardo, explicaron que la escasez de combustibles se debe a la falta de divisas que atraviesa el país, que impide que se puedan realizar los pagos a las empresas que venden carburantes al país.
Pese a que mediante el Decreto Supremo 5218 el sector privado gozaba de la posibilidad de importar combustible, no todos recurrieron a esta posibilidad, debido a los altos costos en el mercado.
Al respecto, el presidente de YPFB indicó que se está trabajando en “una solución final a la importación de combustibles”.
En los últimos años, el país incrementó su dependencia de diésel, por lo que en la actualidad el 90% del carburante se adquiere del mercado externo, lo que representa costos elevados para el Estado.
Soluciones
Sin embargo, Dorgathen informó que se están trabajando proyectos para revertir esta situación, como planta de HVO y las plantas de biodiésel, mediante las cuales YPFB proyecta producir hasta un 80% del diésel que demanda el país e importar el 20% restante.
Asimismo, el funcionario reconoció lo que estas últimas semanas se rumoreaba: 500 camiones cisternas se encuentran varados en los países vecinos, a la espera de cargar combustible.
Dorgathen se refirió a este hecho como algo bueno y malo; negativo porque hay cientos de transportistas perjudicados, pero positivo porque una vez que se realice el pago de los carburantes las cisternas podrán cargar inmediatamente y traer grandes cantidades de combustible al país.
Por ello, el presidente de YPFB urgió a la Asamblea Legislativa aprobar los créditos de financiamiento externo, que ascienden a $us 1.667 millones.
Pese a que ninguno de ellos se utiliza directamente para la compra de combustibles, éstos permitirán al país tener un mayor flujo de divisas.
La Razón