A pesar de que los legisladores del Movimiento Al Socialismo (MAS) dieron los primeros golpes en la sesión de interpelación al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, el partido azul anunció que denunciará a dos diputados de Creemos ante la Comisión de Ética.

Dos diputados del MAS, Estefanía Morales, jefe de bancada, y su colega Gualberto Arispe anunciaron, por separado, que presentarán una denuncia contra los legisladores de Creemos, el senador Henry Montero y la diputada Tatiana Áñez, porque supuestamente Antonio Colque y María Alanoca (MAS) fueron las víctimas de la agresión.
“Este tipo de acciones tienen que ser sancionadas (…). Vamos a presentar la denuncia pertinente contra la diputada (Áñez) y contra este senador (Montero)”, dijo Morales.
La mañana de ayer, el diputado Arispe ratificó la postura y afirmó que “de manera neutral se tiene que dar una sanción como corresponde”.
La interpelación a Del Castillo quedó en segundo plano la tarde del martes, cuando el hemiciclo se convirtió en un campo de pugilato durante unos tensos minutos, a raíz de una pelea protagonizada por legisladores del oficialismo y la oposición, cerca de la testera, desde donde miraba atónito el presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani.
“Pedí al presidente de la Cámara de Diputados (Freddy Mamani) que el ministro de Gobierno deje de sindicarnos sin pruebas, pero fui agredido por un diputado del MAS. Sin embargo, pido disculpas por el incidente”, dijo el senador Montero al finalizar la sesión de interpelación.
En tanto, el diputado Colque manifestó que lo único que hizo fue levantarse de su curul para ir a “calmar” al presidente de Diputados y fue cuando Montero lo agredió. “Este golpe de Estado ha dejado rastros de discriminación y racismo, de insultos a los pueblos indígenas originarios”.
En las imágenes se ve que Colque es quien después de forcejear da los primeros dos golpes en el abdomen del senador Montero e intenta sin éxito darle una patada. El senador opositor le responde con al menos siete puñetazos, hasta antes de que ambos caigan al piso. (El 18 de marzo, Colque intentó golpear al diputado Erwin Bazan).
En tanto, la diputada Alanoca aseguró que fue víctima de una agresión de la diputada Áñez, quien fue a “increpar al hermano ministro (Del Casillo)” y al tratar de impedirlo, la opositora le arañó la cara. “Como colegas, por lo menos nos podíamos haber dado un sopapo, pero no como un maleante venir a rascarme la cara”, dijo Alanoca.
En los videos se ve que la legisladora masista es quien comete la primera agresión al jalar de los cabellos a Áñez, después de que ésta cayera al piso.
Estrategia política
Más allá del episodio que fue calificado como un bochorno, para tres expertos estas acciones responden a una estrategia política del MAS para victimizarse apelando a las figuras de “racismo y discriminación”.
Para el analista político Pedro Portugal, lo acontecido en el Legislativo es una muestra de que en Bolivia se sigue utilizando la imagen de los indígenas para intereses políticos.
“Este hecho es constante en nuestra historia. Uno de los traumas que estamos arrastrando es la utilización del indígena en pugnas políticas en las cuales no está involucrado (…). Había una discusión entre dos diputados que podríamos calificarlos de k’aras y ellos no estaban peleando, y tuvo que ser un indígena el que va a pelear y eso hay que aprovecharlo políticamente (…). Esto es lamentable porque nos muestra este sello de colonialidad que existe todavía en Bolivia”, manifestó Portugal.
El escritor y analista Fernando Untoja afirmó que el MAS ante el gastado concepto de “indígena originario campesino”, que perdió fuerza en los últimos años, busca “revictimizarse” a través de la confrontaciones políticas.
“Como no tiene fuerza ese discurso, pasan a la violencia física y la violencia física les permite posicionar un discurso de victimización: ‘me ha pegado porque soy indígena, me ha mirado mal porque soy indígena y el otro es k’ara (…)’. Debieran fijarse los masistas que hablan de indígena originario campesinos quiénes les están manejando”, sostuvo.
Para la analista Erika Brockmann, el MAS maneja la victimización como una estrategia política que funciona, sostiene y que intensifica a su propio requerimiento. Además, agrega la experta, esta táctica siempre fue empleada por el oficialismo, con más énfasis, después de las elecciones fallidas del 20 de octubre de 2019, cuando Evo Morales afirmó que se pretendía “discriminar a los indígenas, discriminar al voto rural”.
“La victimización es un expediente y un argumento que cala muy profundo en las bases del MAS. Es un factor de cohesión que se ha estado instrumentalizando desde hace mucho tiempo”, afirmó. Añadió que la oposición debe neutralizar esas acciones con respuestas y acciones inteligentes.
Secuencia
Todo comenzó con el acercamiento del senador opositor Henry Montero a la testera y terminó con cuatro legisladores agarrándose a golpes o jalándose de los cabellos.

Ministro Antes de estallar la gresca, el ministro Eduardo del Castillo apunta a las bancadas de CC y Creemos, a gritos, les acusa de ser cómplices del “golpe”, corrupción y muertes de Senkata y Sacaba.
Montero En medio de los gritos, el senador Montero se acerca a la testera para reclamar y pedir que se haga respetar a los opositores, pero se pone delante de él la diputada Alanoca, que trata de hacer que retorne a su sitio.

Gresca Un legislador del MAS y el diputado Antonio Colque se acercan. El segundo forcejea con Montero. En medio de aquello, Colque le da dos golpes en el abdomen al senador e intenta sin éxito darle una patada. Montero reacciona y le lanza al menos siete puñetazos al oficialista, mientras sus colegas tratan de separarlos, hasta antes de caer ambos al piso.

Áñez La diputada Tatiana Áñez es una de las legisladoras que trata de separarlos, pero cae y recibe un golpe de la diputada Alanoca, quien le jala de los cabellos mientras trata de levantarse y ya de pie Áñez le responde a Alanoca.

Pedido “Colegas, por favor, colegas”, se oye decir al presidente de Diputados, Freddy Mamani, mientras los parlamentarios de ambos bandos separan a Montero y Colque.
La previa
El martes, después que los legisladores interpelantes tomaran la palabra, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, realizó más de una acción antes de la gresca.

Saludos Después de saludar a las autoridades de la testera, Del Castillo hizo lo propio con los interpelantes, y acto seguido señaló a la parte superior del hemiciclo y saludó -dijo- “a todas aquellas personas que se encuentran arriba, que son las víctimas de la dictadura de la señora Jeanine Añez”. Luego añadió: “Esas personas han perdido a sus familiares en Senkata, Sacaba, Huayllani, Potosí y hay mucha gente acá afuera que también perdió a sus familiares”.

Pedido Luego, el ministro pidió justicia por los fallecidos en los hechos luctuosos de 2019. Mencionó cada uno de los nombres de 27 víctimas, y cada vez que citaba a cada una, a continuación decía “justicia”. Después de mencionar cada nombre, se escuchó la contestación “justicia”. También pidió justicia para los más –dijo- 1.500 perseguidos y más de 1.800 detenidos.

Silencio Después de aquello, Del Castillo pidió a los asistentes ponerse de pie para un minuto de silencio -aseguró- “en honor a todas las víctimas del régimen de Añez”. Entonces comenzó a sonar una trompeta.

Video Del Castillo solicitó permiso para exhibir en la pantalla del hemiciclo un video -dijo- “para poner en contexto” lo que a continuación iba a decir al pueblo y a las “víctimas de la dictadura” de Añez.
Página Siete